|   | 
       
        He corrido pueblos y ciudades, 
        he buscado de aquí para allá. 
        Conocí a mujeres y mozas 
        que quisieron llevarme al altar. 
        Pero no hubo ninguna de ellas 
        que clavara en mi corazón 
        esas flechas que dicen que hacen 
        que hasta el sabio se quee sin razón. 
        Y ahora que te tengo, 
        no puedo soñar, 
        que dice tu mare 
        que me quié matar. 
         
        Estribillo: 
        Ay mi ni, ay mi ni, ay mi niña, 
        que tu boca me dice que no, 
        pero miro tus ojos ardientes 
        y me dicen que estás como yo. 
        Ay mi ni, ay mi ni, ay mi niña, 
        que tu madre está equivocá, 
        Que yo tengo buenas intenciones 
        y contigo me quiero casar.  
        Que yo tengo buenas intenciones 
        y contigo me quiero casar.  
      Como tengo buenas intenciones, 
        a tu madre la viá convencer 
        que seguro que cuando le hable 
        de tu amor me la camelaré. 
        Y en llegando a la feria demayo, 
        ya tu madre cambia de opinión, 
        porque dice que lo que pensaba 
        era sólo una equivocación. 
        Y a partir de ahora, 
        ya puedo soñar, 
        que dice tu mare 
        que te pués casar. 
      Estribillo. 
        que 
        tu madre me ha dicho que ya, 
        que ha creído en mis buenos deseos 
        y nos vamos muy pronto a casar. 
        Que ha creído en mis buenos deseos 
        y nos vamos muy pronto a casar. 
      Qe 
        ha creído en mis buenos deseos 
        y nos vamos muy pronto a casar. 
         | 
     |