|   | 
        
      Yo 
        soy como tantos otros, 
        que nadie les da importancia, 
        porque mi vida transcurre 
        sin que nunca pase nada. 
        Pero me siento dichoso 
        de mi manera de ser, 
        pues soy un hombre sencillo 
        que sin nada en los bolsillos 
        tengo poco que perder. 
        Y no me faltan amigos 
        que quieran charlar conmigo 
        sin mediar el interés. 
       
        Si alguno me preguntara 
        si tengo satisfacciones, 
        al punto le contestara 
        que no las quiero mejores. 
        Que, como dice la copla, 
        tres cosas hay que tener. 
        Yo ya tengo lo primero, 
        lo segundo no lo quiero 
        y lo tercero, tal vez 
        un día veré lograo 
        cuando yo tenga a mi lao 
        una risa de mujer. 
      Quizás 
        el mundo me ignora, 
        yo tampoco sé del mundo, 
        que el mundo entero es muy grande 
        y yo no he corrido mucho. 
        Pero cualquiera que busque 
        nobleza en mi corazón, 
        que la busque cara a cara, 
        que las cosas, si son claras, 
        resultan mucho mejor. 
        Y hablando como un cristiano 
        se acaba como un hermano. 
        Señores, así soy yo. 
        Señores, así soy yo.   | 
     |