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      Andaluces 
        de Jaen, 
        aceituneros altivos, 
        decidme en el alma, quién, 
        quién levantó los olivos, 
        andaluces de Jaen. 
      No 
        los levantó la nada, 
        ni el dinero ni el señor, 
        sino la tierra callada, 
        el trabajo y el sudor 
        unidos al agua pura 
        y a los planetas unidos. 
        Los tres dieron la hermosura 
        de sus troncos retorcidos. 
        Andaluces de Jaén, 
        aceituneros 
        altivos, 
        decidme en el alma, quién, 
        quién levantó los olivos, 
        andaluces de Jaen. 
      Cuantos 
        siglos de aceituna, 
        los pies y las manos presos, 
        sol a sol y luna a luna, 
        pesan sobre vuestros huesos. 
         
        Jaén, levántate brava 
        sobre tus piedras lunares. 
        No vayas a ser esclava 
        con todos tus olivares. 
        Andaluces de Jaén, 
        aceituneros altivos, 
        pregunta mi alma, de quién, 
        de quién son estos olivos, 
        andaluces de Jaen.  
      Cuantos 
        siglos de aceituna, 
        los pies y las manos presos, 
        sol a sol y luna a luna, 
        pesan sobre vuestros huesos. 
        Jaén, levántate brava 
        sobre tus piedras lunares. 
        No vayas a ser esclava 
        con todos tus olivares. 
        Andaluces de Jaen. 
        Cuantos siglos de aceituna, 
        los pies y las manos presos, 
        sol a sol y luna a luna, 
        pesan sobre vuestros huesos.  
        Jaén, 
        levántate brava 
        sobre tus piedras lunares. 
        No vayas a ser esclava 
        con todos tus olivares. 
        Andaluces de Jaen. 
         
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