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        Este pañuelo de seda, 
        caray, 
        me lo trajo un marinero, 
        con la boquita de fresa, 
        caray, 
        y los ojitos de cielo. 
        Besos 
        de ron y de menta 
        en estos labios me da. 
        Y estoy echando la cuenta, 
        caray, 
        pa no volver a la mar. 
      Estribillo: 
        Mis brazos son las amarras 
        de tu querer marinero. 
        Yo soy la bahía. 
        Yo soy el velero. 
        No me dejes, niño, 
        que sin tu querer me muero.  
         
      Si 
        piensas darme de lao, 
        caray, 
        yo te lo aviso primero. 
        Que tengo número dao, 
        caray, 
        a cinco o seis marineros. 
        Tanto tenderme los celos 
        como una red de pescar, 
        que ya he picao el anzuelo, 
        caray, 
        y te tengo secuestrá. 
      Estribillo. 
      Yo 
        soy la bahía. 
        Yo soy el velero. 
        No me dejes, niño, 
        que sin tu querer 
        me muero.  | 
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