|           Caballero, 
        caballero. 
        Mi mare fue una gitana 
        y mi pare un caballero 
        de los que esquilan borricos 
        a la puerta er mataero. 
        Y a todas horas está 
        con el titiritití, 
        esquilando los borricos 
        al compás del garrotín.       Mi 
        mare fue una gitana 
        que se pasaba los días 
        equivocando a los payos, 
        cantando por bulerías.       Con 
        dinero, con dinero. 
        Ayer una gitanita 
        me decía con salero: 
        A mi me gustan los payos, 
        pero que tengan dinero. 
        Porque un payo sin parné 
        no se puede comparar 
        con un gitano que sepa 
        tocar, bailar o cantar.        Porque 
        los gitanos cambian 
        sus penas por alegrías, 
        comiendo pan y cebolla 
        al compás de bulerías. 
        Al compás 
        de bulerías. 
         
         
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