|   | 
        
      Esta 
        noche te encuentras 
        sola, María. 
        Porque el amor se ha roto 
        en tu corazón. 
        Te pegas a la barra, 
        copa tras copa. 
        Vas consolando tus penas 
        con el alcohol. 
         
        Estribillo: 
        El no te merecía, 
        tú ya lo sabes. 
        Te ha demostrado que era 
        un vividor 
        que presumía de 
        tenerte en sus brazos, 
        ayayayayay. 
        No llores más, María, 
        por favor. 
        Y emborráchate conmigo, 
        que no te importe nada más. 
        Yo también estoy herido: 
        me tiraron a matar. 
        Los amores son amargos 
        cuando tienen un final. 
        Es mejor emborracharnos 
        para olvidar.   
         
        El te dejó por otra, 
        no hay solución. 
        Sabes que sólo el tiempo 
        cura la herida, 
        la herida que está abierta 
        en tu corazón. 
      Estribillo. 
      Y emborráchate 
        conmigo...  
         | 
     |